Géneros Interpretativos

En esta sección se encuentran prácticas realizados para asignaturas en el Grado de Periodismo. Se publicarán diferentes tipos de texto (Conferencia, Entrevistas, Crónicas...) utilizando variedad de temas actuales.


 CRÓNICA 19/12/2013
La “guerrilla” artística de las feministas americanas

Las Guerrilla Girls viajan con todos sus carteles y proyectos hacia Bilbao para exponerlos ante el público por primera vez.. Hasta el 9 de enero podemos disfrutar de los mensajes directos sobre la lucha de desigualdad de géneros desde 1985 y la evolutiva en los diseños utilizados hacia la provocación. La guerra ya ha comenzado.
El silencio inunda la Sala de exposiciones en la Alhóndiga para admirar con suma atención la primera exposición completa de carteles y proyectos del colectivo artístico Guerrilla Girls. Cualquier día es perfecto para conocer con más detalle los trabajos realizados por estas feministas en defensa de la igualdad de géneros. En este caso, se concentran en su totalidad sus trabajos realizados desde 1985 hasta la actualidad, expuestos en secuencia cronológica para una mejor comprensión de su historia y sus procesos de producción. Además, se completa la muestra con dos elementos audiovisuales: Guerrilla in Our Midst (1992) de Amy Harrison e Interview 2013 realizado por el comisario de la propia exposición Xabier Arakistan. Ya que no hay mejor manera para conocer una historia que escucharla en boca de los protagonistas.
Su objetivo siempre ha sido la comparativa de la posición de las mujeres en el arte, la política o la empresa para demostrar la desigualdad género sufrido durante décadas, y de esta manera desmontar el mito sobre la creencia popular denominando al arte como terreno vanguardista. Para ello, utilizaron carteles con mensajes directos complementados con datos demostrables sobre la situación que denunciaban. En los años 80, el diseño era simple pero el contenido textual no necesitaba acompañantes, como “¿Cuántas mujeres han realizado exposiciones individuales en museos de Nueva York en el último año?”,o “Estos críticos no escriben lo suficiente sobre mujeres artistas”. Es evidente al contemplar sus trabajos una evolución proporcional con su progreso al manejo de técnicas de diseño gráfico y otros recursos usados por la publicidad. Un claro ejemplo es su popular cartel “¿Tienen que estar desnudas las mujeres para entrar en el MET?” ya que utilizan colores llamativos e imágenes otorgando una mayor llamada de atención a los ojos de cualquier viandante.
Se puede considerar lógico que la mayor parte de los asistentes son del sector femenino pero hay que decir que, constatado por los trabajadores de la sala, muchos son los caballeros que han decidido venir para conocer la historia de las feministas Guerrilla Girls. Algunos hombres se acercaban a los carteles con suma atención como si estuviesen descubriendo en ese mismo momento los años decadentes que han sufrido las mujeres por una desigualdad incomprensible en ámbitos artísticos o políticos. Habrá que aceptar con resignación esta tardanza de comprensión, siempre que la dicha sea buena.
Todavía no está claro el siguiente destino de esta majestuosa exposición de las activistas, pero seguro que sigue recorriendo diversos templos culturales demostrando sus mensajes directos, sus diseños llamativos y su objetivo de seguir caminando hasta la total igualdad entre hombres y mujeres. Y, a pesar de tratarse contiguamente los problemas femeninos, ellas son un ejemplo de libertad de expresión entre géneros y razas, como así lo demuestran en la misma entrada de la sala al colocar una pizarra para que todos los visitantes dejen su mensaje. Dejar esa huella como Guerrilla Girls lo ha hecho en la historia del feminismo, y lo seguirá haciendo.
Sumario: “¿Tienen que estar desnudas las mujeres para entrar en el MET?”
ENTREVISTA
 
Luis Alberto Santamaría

Escritor

El arquitecto de palabras

Este ingeniero de telecomunicaciones tiene a sus espaldas más de 1,000 ejemplares vendidos de su primer libro “Reflejos en el espejo”. Mientras busca una editorial que le publique su segunda obra “El Secreto de Oli”, conocemos en profundidad a este getxotarra de pro pero afincado en Madrid por motivos laborales. Luis Alberto Santamaria, aficionado al baloncesto, fan de Springsteen, apasionado de las novelas negras y un adicto a la escritura.

Una buena parte de la sociedad encuentra una vía de escape de los quehaceres cotidianos a través de la lectura, dejándose transportar a lugares lejanos. Uno de esos “capitanes de viaje” es el getxotarra Luis Alberto Santamaría. Desde pequeño sabía que quería ser todo un “jefe”, aunque desconocía por aquel tiempo en qué profesión lo conseguiría; podría ser como jugador de baloncesto, en la arquitectura, en la ingeniería...Era ambicioso e inteligente, le apasionaba lo mismo las ciencias que las matemáticas, así que solo era cuestión de tiempo. El momento llegó en el 2010 cuando decidió escribir su primer libro “Reflejos en el espejo” y demostrar quién mandaba ofreciendo a los lectores una historia en que se quedarían sumergidos hasta el final del viaje casi de tirón, como el proceso de escritura que utiliza él mismo, inmerso en la adicción de escribir. Ahora a sus 28 primaveras está en busca de una editorial le publique su segunda obra “El secreto de Oli”, otra nueva oportunidad de disfrutar mediante sus tramas de historias que llegan y se quedan en cada lector.

Ante la curiosidad que tenemos por conocer cómo un ingeniero de telecomunicaciones ha escrito dos novelas, nos trasladamos a los primeros pasos que dio Santamaría en su vida. Su infancia es una época en donde almacena muy buenos momentos, todos ellos siempre en familia como los veranos en el pueblo de sus padres, Sotillo de la Ribera (Burgos), donde nos relata que disfrutaba de cada minuto: “Para mi ese pueblo significa sol, familia, piscina...¡Eran dos meses al año que se me pasaban volando! ”. Tenía una admiración absoluta al cine que disfrutaba en la habitación de su hermano visualizando una vez tras otra las cintas de VHS hasta rememorar los diálogos de la película. También llegó el momento para jugar con la pelota. A los 10 años lo “atrapó” el baloncesto del que sigue siendo aficionado pero poco practicante. Este deporte hizo nacer en él esa pizca de competitividad necesaria en la vida, tal vez el motivo de que los mayores de la familia aseguren que Santamaría de mayor decía que sería “jefe”. “¡Me lo tomaba muy en serio para ser un mocoso de 10 años!”, se confiesa Luis Alberto.

Escuchar a este escritor hablar sobre los sentimientos que le produce transmitir sus ideas a un papel para que otros puedan leerlas, hace conmoverse y entender el valor que tiene cada obra. Para Luis Alberto Santamaria escribir es la forma de sentirse bien consigo mismo, no estar solo y madurar. Aunque tiene claro que es una “utopía” poder dedicarse en exclusiva a escribir, Luis invierte el máximo tiempo del que dispone en cuanto una idea le invade. “Para mí escribir- se confiesa Santamaria- es como una droga sana que me frustra y obsesiona hasta que encuentro el camino. Entonces llega la euforia y , por último, el orgullo personal”.

Cuando a Luis Alberto le invade una nueva idea para una historia, comienzan horas de trabajo y obsesión en ella. Para ayudarse en las tramas, este arquitecto frustrado diseña y construye esquemas con los personajes, sus historias y datos de cada uno que será la guía del libro, ya que para el getxotarra la organización y precisión es la base del buen trabajo: “Si no te organizas bien es fácil que quede incompleto, sin sentido, o incluso con errores”. La música es un elemento importante durante sus horas de escritura. Una de sus fuentes de inspiración es acompañar sus letras con música de fondo, buscando una banda sonora para cada escena. Es su ritual para introducirse por completo en la secuencia que quiere describir. Santamaria nos ilustra este proceso con algunos ejemplos de piezas instrumentales de bandas sonoras reales como Song for Bob de Warren Ellis y Nick Cave. Una vez que termina con el punto final, relee la historia para obtener el veredicto: “Si el resultado es el que yo me imaginaba, siento un cosquilleo maravilloso, como la mejor sensación por el trabajo bien hecho que se pueda imaginar”.

Al tratar temas que dominan día tras día los medios de comunicación, Santamaria se entristece de la situación en la que se encuentra el país a causa de la crisis económica, además de la abundancia de políticos corruptos, una justicia injusta y la división social. El getxotarra se mantiene al margen de la política pero les recomienda a los partidos políticos un profundo cambio de imagen: “Sangre joven honrada pero con valentía y ganas de hacer las cosas bien.” En el tema de la justicia da un buen ejemplo de aquella que debería ser igual para todos otorgando la misma sentencia ante el delito de corrupción, político o no. Luis nos muestra su visión sobre la monarquía calificándola de innecesaria ahora mismo pero muestra su admiración por los máximos representantes de la corona.

El escritor getxotarra muestra la morriña que sufre de su familia y amigos al estar en Madrid trabajando, además de a Coby, el cachorro cocker de su hermano. Santamaria comenta que nota a la sociedad vasca más abierta, posiblemente por la globalización. Pero, para sociedad abierta sin duda es su tierra de adopción. Se nota es sus expresiones que admira la capital aunque;  “En Madrid todo el mundo de fuera es bien recibida y la facilidad de conocer gente de cualquier lugar de España es pasmosa. También tiene cosas malas pero estoy aprendiendo a convivir con ellas ”.


SUMARIO: “Si el resultado es el que yo me imaginaba, siento un cosquilleo maravilloso, como la mejor sensación por el trabajo bien hecho que se pueda imaginar”


CONFERENCIA 6/11/2013
La socióloga feminista inauguró el Máster en la sala Paraninfo

Rosa Cobo: “Sin movimiento social no habría teoría feminista”

Durante la conferencia de Rosa Cobo, fundadora y primera directora del Seminario interdisciplinar
de Estudios feministas y autora del libro “Hacia una política sexual”, defendió las funciones que tiene el feminismo en los últimos tiempos, como es acuñar conceptos para dar realidad social, además de hacer hincapié en la importancia de tener antigüedad, de poseer una historia . Ambos son fundamentales para que un pensamiento pueda construirse “una alternativa política para el presente y para el futuro”.


Sumario: “Tener pasado es un elemento fundamental a la hora de obtener espacios en la legitimidad política”


La Universidad del País Vasco (EHU) contó con la presencia de Rosa Cobo Bedia para el acto inaugural del Máster de Estudios feministas y de género, el pasado 11 de octubre. Las instalaciones de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación, en Leioa, acogieron la excelentísima conferencia de la profesora titular de Sociología de género en la Universidad de A Coruña, sobre idea relevantes para el feminismo como la importante función de acuñar términos de situaciones sociales, la amplitud de teorías en las que se basa el feminismo o lo importante que es tener en conocimiento el origen de este pensamiento.


Rosa Cobo explica que mediante la función feminista de acuñar términos, se ha dado nombre a situaciones que se producían en la sociedad y así se les ha otorgado el poder politizar la realidad para desembocar en leyes,normativas y movimientos sociales. “Realidades que existían pero que sin embargo no teníamos un marco interpretativo que nos permitiese verlos”, comenta la socióloga. Un ejemplo que utiliza Cobo en la conferencia para una mayor comprensión de su explicación anterior, es el caso del término “patriarcado”. Su significado es la posición de hegemonía en el sistema social que tienen los varones y la profesora lo demuestra con datos: “Los varones tienen el 99% de la propiedad mundial, y las mujeres tenemos el 1%”.


La escritora define el feminismo como una tradición intelectual y un movimiento social, sin dar más importancia a uno que a otro, a pesar de aclarar que “sin movimiento social no habría teoría feminista”. Ambas calificaciones tienen un claro objetivo que es poder trasformar la realidad para reducir la desigualdad entre hombres y mujeres. “No puede haber teoría feminista sin movimiento social, y un movimiento social es mucho más poderoso si tiene categorías que le permitan interpretar adecuadamente la realidad”, aclara Cobo.


A la hora de definir el termino de feminismo, Rosa Cobo describe a través de diferentes teorías la amplitud de valor del concepto. En primer lugar, presenta al feminismo como una teoría de la democracia, ya que no puede entenderse fuera de la noción de ésta. Entre sus ejemplos, la socióloga comentó como el feminismo hizo posible que las mujeres obtuvieran el derecho a voto y que esta situación es una demostración visible de ensanchar la democracia. Otro de los ejemplos para la teoría de la democracia en el feminismo, la feminista Cobo lo demostró con el caso de la ley contra violencia de género: “Cuando el feminismo impulsa leyes como la ley contra la violencia de género, está haciendo posible una redefinición mucho más amplia del concepto de ciudadanía”.


Rosa Cobo utiliza también la teoría de la igualdad y la teoría del poder para completar la definición del feminismo. La teoría de la igualdad se basa en el mismo “magma ideológico” en el que nacerá la izquierda política. “El feminismo se articuló, hasta los 80, entorno al principio ético y político que es la igualdad”, sitúa la socióloga de esta forma la base de la segunda teoría.


La última, pero parte fundamental como las anteriores citadas, es la teoría del poder. “Los varones tienen una sobrecarga de derechos y recursos, mientras que las mujeres tenemos un déficit de recursos y derechos. Esto lo que está planeando es la existencia de un dominio”, desarrolla Rosa Cobo el problema para proseguir con la solución que para tratar de “desactivar ese dominio” hay que construir el pensamiento como una teoría del poder.


La profesora de géneros, antes de comienzar a relatar el origen cronológico del feminismo, razona la importancia de tener pasado. “No es lo mismo tener historia que no tenerla”, reivindica Cobo ya que tener historia da legitimidad al sujeto político que quiere construir alternativas políticas que mejoren las necesidades e intereses de “la existencia colectiva” .


El origen del feminismo, según relata la socióloga feminista, se encuentra en 1792, en el libro “Vindicación de los derechos de la mujer” de Mary Wollstonecraft, una mujer británica extraordinariamente crítica con la desigualdad económica que se basa en los texto clásicos de Rousseau, filósofo que conoce muy bien la conferenciante por haber realizado su tesis sobre él, y que califica la obra de Wollstonecraft como lectura básica sobre el feminismo.


Rosa Cobo cita a Celia Amorós, filósofa valenciana y catedrática de filosofía en la UNED, por la defensa que hace del género de vinculación, concepto extraído del libro de Wollstonecraft. La socióloga aclara que hablar de feminismo no es “hablar de mujeres y quejarse sobre el triste destino que tenemos”, si no aquellos pensamientos que están a favor de las mujeres se recogen, se integran en la teoría feminista y se comprenden en la base de ésta, en la que no puede haber ningún elemento de desigualdad entre hombres y mujeres. “El feminismo deslegitima todo lo que tiene que ver con los roles que nos has asignado históricamente, reivindica los mismos espacios de poder y los mismos espacios profesionales, sociales, políticos y económicos para las mujeres”, razona la profesora de géneros para la total comprensión del concepto de Amorós.


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